«¿Te haces las cosas más difíciles de lo necesario? A veces los esfuerzos que hacemos por avanzar son, en realidad, contraproducentes, y lo que hacen es empeorar las cosas. Puede que te estés atando los tobillos con una herropea, en lugar de dirigirte hacia el increíble futuro que deseas. Si estás harta de estar atascada, sígueme leyendo».
En la sociedad moderna, se nos enseña que la acción es el camino a seguir. Pensamos que si se quiere cambiar, se tiene que establecer objetivos, hacer planes y luego pasar a la acción.
Todo esto es, por supuesto, absolutamente cierto, y sin objetivos, planes y acciones nada es posible. Sin embargo, hay otra cara de la moneda que a menudo olvidamos…
Las leyes de la física
Hay una ley universal que dice que cuanto más empujas algo, más resistencia obtienes de vuelta – ¿recuerdas tus lecciones de física en la escuela? Esto funciona tanto en términos energéticos sutiles como en la lección de física.
Quizá ya sepas que empecé mi carrera como científica física convencional. Y quiero decir realmente convencional. Trabajé con microscopios electrónicos de barrido, rectificadoras metalúrgicas, máquinas de ensayos mecánicos, salas de conferencias, propuestas de investigación, ¡de todo! Dios mío, de eso ya hace mucho tiempo.
Podrías pensar que, con este pasado, debería tener alguna pista sobre cómo evitar este error. Por desgracia, si soy sincera, probablemente fui el peor ejemplo de esto en toda la historia de la creación.
El problema es el siguiente. Pongamos que queremos un cambio particular en nuestras vidas – conseguir un nuevo trabajo, una nueva relación, solucionar un problema de salud. Fijamos nuestro objetivo y empezamos a utilizar todas nuestras técnicas holísticas y energéticas para conseguir ese cambio. Hacemos las afirmaciones, limpiamos los bloqueos, visualizamos nuestro futuro yo, ejecutamos nuestras energías curativas y tomamos las acciones físicas necesarias para obtener nuestros resultados. Suena perfecto.
SIN EMBARGO, este es el problema. Si no ves resultados inmediatamente, piensas que no te estás esforzando lo suficiente, así que redoblas tus esfuerzos. Antes de que te des cuenta, te habrás encerrado en un régimen de castigo y de esfuerzo constante. ¿Por qué? Porque cuando empiezas a forzar mucho en una dirección, aparece la resistencia. Básicamente, cuando presionas demasiado, lo bloqueas todo y nada se mueve. Te sientes atascada y frustrada. Así que empujas más fuerte. Y, ¿sabes qué?, cuando más fuerte empujas peor lo haces.
Estás forzando, no te estás cuidando.
Lo que creas es un círculo vicioso interminable o un autosabotaje. El resultado: sólo más frustración, cansancio, agotamiento y nunca consigues lo que quieres.
El problema de empujar
Cuando estamos ocupadas empujando en una dirección, estamos imponiendo nuestras rígidas especificaciones para el resultado, la escala de tiempo y la forma en que se va a producir. Esto está limitado por nuestra experiencia vital y por lo que nuestro cerebro puede imaginar. Si imponemos estas cosas al proceso energético, ¡puede que estemos cerrando el proceso de creación por completo! Recuerda siempre que el universo tiene infinitos parámetros con los que trabajar, infinitamente más que nuestros pequeños cerebros humanos. ¿Y si el universo tuviera algo 10 veces mejor para nosotros? Pero como venía a nosotros por una vía diferente, quizás la bloqueamos sin querer. Si imponemos nuestro plan e insistimos en él, podemos perder esa oportunidad y no conseguir nada. Si estamos constantemente presionando y forzando algo, no hay tiempo para que llegue una respuesta. No hay tiempo para que se produzca la magia.
Pero no te desesperes, porque un simple cambio de actitud puede hacer que todo cambie.
Si quieres realmente co-crear un futuro diferente con el universo, necesitas darle al universo espacio para moverse y hacer su magia.
Plantar una semilla
Así que, en lugar de empujar implacablemente en una dirección, piensa que es como cultivar una semilla. Plantas la semilla y le das todo lo que necesita para prosperar, y luego la dejas y te relajas. Le das tiempo a la semilla para que germine y empiece a crecer. Cuando se convierte en un pequeño brote, puedes atenderlo, ver si necesita algo nuevo. Puedes admirarla, hablar con ella, decidir el mejor lugar para poner la maceta. Luego, deja que crezca y prospere. Esa es la forma de conseguir hermosas flores.
Ahora bien, yo no soy jardinera, mi marido te lo podría asegurar. Pero la analogía es válida para cualquier cosa que quieras sembrar y cultivar en la vida. Adopta esta actitud con tus creaciones, tus sueños y tus objetivos. Deja que florezcan de forma orgánica, sin que tengas que presionar todo el tiempo, y los resultados te sorprenderán.
Me llevó mucho tiempo aprender esta lección. Admito que sigue siendo un reto dejarse llevar y permitir que las cosas fluyan, pero soy mucho mejor de lo que solía ser.
La clave para co-crear el futuro que realmente quieres es dejar de presionar. Sí, fija tus objetivos y pasa a la acción, pero al mismo tiempo piensa en aflojar la presión. Ponte en el papel de jardinera, no de maestra de ceremonias, y deja que se produzca la magia. Esta es la forma de abrir el flujo de ayudas, recursos, inspiración, oportunidades, amor, dinero o cualquier otra cosa que quieras crear.
Dr. Anne Whitehouse
Estilo de vida. Bienestar mental. Empoderamiento de la mujer.
Foto de Daniel Oberg.