En todas las etapas de la vida la autoestima juega un papel muy importante.
Más allá de “tecnicismos”, podemos decir que la autoestima es confiar y creer en mí, y en mis potencialidades. Respetarme, sentirme y saberme digna y merecedora de felicidad.
La década de los 50 puede ser una etapa maravillosa para toda mujer cuando la asumimos con una actitud positiva y nos enfocamos en lo bueno que viene con la edad. La verdad es que somos más sabias y experimentadas, hemos alcanzado muchas cosas en la vida a nivel personal y profesional, nos sentimos más cómodas y seguras con nosotras mismas, además muchas sabemos lo que queremos.
A medida que avanzamos a lo largo de los 40 años y más, podemos esperar muchos cambios físicos, emocionales y mentales. También hay algunos ajustes en lo que respecta al dormitorio, y no me refiero al deseo sexual … aunque eso también es un problema. No, quiero hablar de atrofia vaginal.
Ganar músculo ayuda en gran medida a construir un cuerpo más saludable. Sin embargo, el entrenamiento de fuerza no solo es propicio para los aspectos físicos de la salud.
Al principio, pensé que era culpa de la nueva prescripción de una lente de contacto para enfocar en la distancia y otra para enfocar la visión en la pantalla del ordenador. Pero no, mi equilibrio estaba cambiando. No lo noté al realizar actividades cotidianas, pero sí noté un nuevo tambaleo en la planta del pie al intentar mantener el equilibrio sobre una pierna. Los bailarines necesitan un excelente equilibrio para todos los aspectos de su arte. Cuando mis piruetas se volvieron menos seguras, empecé a buscar una solución más allá de mi experimento con las lentes de contacto.