Encuentra lo que te funciona

Me puse de mal humor en el trabajo, avergonzada de estar en una reunión sudando y poniéndome roja. Aparte de abandonar los suéteres de cuello alto por los próximos diez años, ¿qué iba a hacer? No era sólo en el trabajo, sino que mis noches estaban llenas de rudos despertares, bañados en sudor. Intenté cambiar mi dieta, dejé las comidas picantes y consumí menos alcohol, pero nada cambió mucho. Todo esto fue hace algún tiempo. Tal vez haya más que se pueda hacer ahora. Tal vez no.

Las mujeres invisibles se levantan

Cuando tenía 35 años más o menos, una amiga me expuso una idea. Había notado que poco después de cumplir 40 años los hombres habían dejado de mirarla y que la gente en general ya no le prestaba mucha atención. En aquel momento, pensé que era una generalización salvaje y que no me pasaría o que no me llegaría a pasar.