Ver de forma diferente
Pensando en la última década de mi vida he reconsiderado el anticuado e incómodo término «cambio de vida». Creo que una persona puede cambiar su vida, a veces de forma sutil y gradual, y a veces de forma más drástica.
Pensando en la última década de mi vida he reconsiderado el anticuado e incómodo término «cambio de vida». Creo que una persona puede cambiar su vida, a veces de forma sutil y gradual, y a veces de forma más drástica.
¿Te pasa a menudo que estás buscando algo y te olvidaste qué era? ¿Te levantas con la mente nublada y cansancio mental? ¿Olvidas lo que ibas a decir con frecuencia o te cuesta concentrarte en alguna tarea específica?
En estos momentos en los que todo cambia y sentimos que nuestra vida y sus circunstancias ya no dependen de nosotras, es necesario crear nuevos recursos para poder afrontar de manera serena las crisis y transformarlas en grandes oportunidades de crecimiento.
Nacemos en una familia, en un linaje, en una ciudad, en un país, en una ámplia red de seres vivientes y de antepasados que ya no están. Situados dentro de este capullo de conexión e intimidad, podrías pensar que debemos sentirnos seguras, protegidas y amadas: que pertenecemos.
¿Te haces las cosas más difíciles de lo necesario? A veces los esfuerzos que hacemos por avanzar son, en realidad, contraproducentes, y lo que hacen es empeorar las cosas. Puede que te estés atando los tobillos con una herropea, en lugar de dirigirte hacia el increíble futuro que deseas. Si estás harta de estar atascada, sígueme leyendo.