Mejora tu fuerza física con la edad

En mi artículo anterior tocamos las muchas razones por las que es importante ponerse fuerte y mantenerse fuerte. Sin embargo, mucha gente tiene una noción preconcebida y demasiado simplificada de cómo ponerse fuerte… ¡vas al gimnasio! Pero, ¿cuántas personas conoces que van al gimnasio y nunca hacen ningún cambio o progreso real?

Es momento de sanar las relaciones

Cuando llegamos a la menopausia, no solo llegamos acompañadas de años vividos, de múltiples experiencias, de cúmulos de conocimientos y sabiduría. Posiblemente también llegamos con relaciones rotas, con vínculos vencidos, con dolores en el alma por resentimientos, por separaciones, con asuntos que aún no hemos podido perdonar, con el corazón cargado de emociones que a lo largo de la vida nos ha sido difícil soltar.

La belleza despierta

La semana pasada hablaba con mi amigo Lawrence Ewing, Director Ejecutivo del Ballet de Marín, y utilizó la frase «la belleza despierta».
Nuestra conversación giró en torno a los talleres de danza, los conciertos, los premios y el proceso de ayudar a las bailarinas y al público a salir de un reposo impuesto. Hablamos de ello como un proceso de salida del mundo virtual para descubrir, despertar, reinventar, las conexiones entre el intérprete y el público en vivo.

¿Por qué le tenemos tanto miedo a la menopausia?

La mayoría de las mujeres tenemos consciente o inconscientemente un miedillo que se asoma cuando escuchamos la palabra Menopausia.
Si somos muy jóvenes y la oímos por ahí, normalmente la dejamos pasar como un ruido lejano al que no es necesario ni siquiera prestar atención. Si estamos acercándonos a esta etapa, que puede ser entrados los 40, la queremos seguir ignorando, pero el ruido de ser lejano comienza a ser más cercano y más seguido. Hasta que por cosas que nos están pasando en el cuerpo y en el alma, a veces nos atrevemos a indagar qué esconde esa palabra misteriosa y hasta atemorizante.