Graciela Vicario Elgue

Nací en Montevideo (Uruguay) hace unas cuantas décadas, (casi 6).
Mi corazón no se dividió, no se rompió al cruzar el Océano, sino que tuve la oportunidad de sumar amores.
Me siento de acá y de allá, de aquí y de allí.
Creo que es una suerte el haber tenido la oportunidad de nutrirme de diferentes continentes y casi una misma raíz.
Mis abuelos y bisabuelos eran Europeos. Italianos, vasco-franceses y hasta un tatarabuelo Español, así que la mezcla es lo mío.
Soy pues una mujer adulta apasionada por la vida y en continuo movimiento, que se forma y se informa para transmitir mi pasión:
El yoga, la salud y el bienestar.
Me siento cómoda haciéndolo para y por las mujeres.
Por conexión, por vivencias similares, por realidades existenciales semejantes.
Por sexo, por género y hasta por nuestros atributos compartidos.
Hubo un tiempo que los títulos, certificados y cursos me aportaban seguridad. Hoy siento que soy mucho más que todo lo adquirido.
Soy la sumatoria de todos mis procesos vivenciales.
Pero para que lo sepáis todo de mí, me he dedicado al comercio y a las artesanías hasta que termine de criar a mis dos hijos.
Ahí pude comenzar a cumplir otro sueño más personal.
Estudie TCAE (Técnico Auxiliar de Enfermería), y trabajé en hospitales.
Me diplomé en Terapia Ocupacional (profesión sociosanitaria), y trabajé con diversos colectivos de diversidad funcional.
Me sentí dichosa, pero me faltaba algo, hasta que mi propia práctica personal de yoga la convertí en mi profesión. Formándome como instructora de yoga Iyengar y especializándome como Experta en Yoga Terapéutico y adaptado.
Hoy ese bagaje me sirve para poder transmitir diversas herramientas para mejorar nuestra autoescucha, la auto observación y la autoconsciencia.
Mi mayor orgullo es ser madre de dos hijos, abuela de 5 nietos y seguir pisando fuerte.