Como influyen las emociones en el dolor de espalda?
El dolor de espalda es una dolencia que afecta a la mayoría de la población en algún momento de su vida, causando un impacto notable en la calidad de vida de las personas que lo padecen. Además, es una patología que se agudiza con la edad, y según estadísticas, afecta en mayor medida a las mujeres.
Cuando un dolor es recurrente hay que mirar si hay algo más allá de una cuestión física, por ejemplo, averiguar si hay alguna alteración emocional.
Son varios los factores que pueden influir a esta afección
Observar cómo pisas, cómo sientes, que momento vital de la vida estás pasando, como estás descansando, como estás comiendo, edad, genética, cirugías, posturas, falta de actividad… Hay que mirar a la persona de manera global. Cuando sientas una molestia en tu cuerpo que se repite y no hay causas evidentes, hay que buscar más allá y suele haber algo más, seguramente de origen emocional. Una alteración emocional siempre acaba afectando a algún órgano, provocando una disfunción visceral, que con el tiempo repercute en la espalda.
Las emociones influyen en los órganos y los órganos influyen en las emociones
Por ejemplo, son muy frecuentes los problemas lumbares de origen intestinal. La pelvis adopta una postura peculiar donde se puede ver la afectación en el intestino. Para aplacar esta molestia de raíz debemos hacer una limpieza intestinal, cambiar la alimentación, y observar la emoción que puede provocar este dolor lumbar.
Cuando la emoción que causa la disfunción de un órgano cambia, la mejora es espectacular
A veces la propia persona ni se da cuenta de que exista esta emoción desequilibrante, y aunque no sea consciente de una situación emocional no quiere decir que esta no exista. Pueden ser emociones relacionadas con situaciones actuales o que llevamos desde la infancia. Aunque no las recordemos, se pueden expresar mucho más tarde.
Por ejemplo, las emociones de ira, de enfado, de rabia no expresadas durante mucho tiempo, pueden alterar la vesícula y el hígado, que son dos órganos parejos. A corto plazo pueden dar dolor de cabeza, mareos, tensión de hombros, problemas cervicales, hernias discales, etc.
Debemos preguntarnos cómo podemos ayudar al organismo para recuperar el equilibrio perdido
Una vez descartados algunos de los factores que hemos mencionado, debemos observar si hay una emoción implicada. Cuando la identificamos, debemos trabajar para liberar esa emoción.
Hay que cuidar a los órganos para no tener esa emoción que desequilibra energéticamente su salud y que luego repercute en alguna molestia o dolor físico.
¿Cómo cuidarnos? Es importante llevar un tipo de vida calmada, sin estrés, un buen descanso, una alimentación saludable, hacer algo de actividad física moderada, estando muy presentes, con consciencia y escuchando nuestro cuerpo.
Nuestro cuerpo nos habla, nos susurra, si ponemos atención a lo que nos quiere decir, podremos prevenir antes de que nos chille.
Yoga – Nuestro estado emocional se refleja en nuestro cuerpo
En Yoga se usa el cuerpo, las diferentes posturas (asanas), con atención y una escucha interna, observamos nuestro cuerpo y su postura, nuestra mente y emociones. Las posturas nos dicen mucho de cómo estamos. Nos ayudan a abrir y a nutrir todo el conjunto de estructuras que están implicadas en el movimiento del cuerpo, para sanarlo. Para llegar a la mente y a las emociones y sanar desde allí todo lo que haya que sanar.
Hacer alguna actividad suave sin impacto como yoga, que es una práctica asequible para todo el mundo y que se puede practicar en cualquier momento vital, tiene muchos beneficios para mantener una espalda joven, tonificada, flexible y saludable. Como dicen, la edad se mide por la flexibilidad de la columna vertebral.
Como cualquier actividad se debe hacer bien, con un profesor que te pueda guiar y dar las modificaciones necesarias para una buena práctica y para evitar lesiones futuras.
Visión Oriental y yóguica. Unión cuerpo-mente-emoción-espíritu.
Según los orientales todo es energía, nosotros somos energía, y para el equilibrio energético del cuerpo, es esencial cuidar nuestras emociones. Su desequilibrio va a dar síntomas. Los cambios de estación, de temperatura, también influyen en el organismo. No somos sólo un cuerpo, un saco de huesos y músculos. Todo influye.
Los órganos se dividen en cinco grupos de par de órganos fundamentales, y la teoría de los cinco elementos. Se basa en cómo circula la energía en esos cinco grupos, según el periodo del año.
Por ejemplo, en verano, donde rige el elemento fuego, en esta estación se ven alterados el sistema cardiocirculatorio y el intestino delgado. Las emociones que los desequilibran son las preocupaciones, la ansiedad, o pensamientos recurrentes, los problemas con el amor, la falta de amor, el narcisismo emocional, la necesidad de demostrar todo el tiempo. Todo ello son emociones que afectan a estos órganos que junto con una mala alimentación y un mal descanso, lo puede agravar.
Estos órganos se pueden expresar de manera física, por ejemplo con palpitaciones o molestias en la zona cervical izquierda, sensación de dolor hacia la zona interior del brazo-axila, puede llevar a hernias discales lumbares del lado derecho.
Entender la interrelación compleja entre órganos, emoción y la salud de la espalda que estudia la Medicina Tradicional China, puede ayudar a prevenir y restablecer el equilibrio en el cuerpo.
Carola Laksmi
Mujeres maduras. Salud corporal. Bienestar mental. Yoga para la Salud de la mujer.
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