Ganar músculo ayuda en gran medida a construir un cuerpo más saludable. Sin embargo, el entrenamiento de fuerza no solo es propicio para los aspectos físicos de la salud.
El ejercicio de todas las formas no solo tiene un efecto positivo en el cerebro, de hecho es esencial para una buena salud cerebral. Si padeces algun problema relacionado con la salud mental, una enfermedad neurodegenerativa, tienes lesiones crónicas, padeces niebla mental o simplemente descubres que tiene problemas de memoria, puede ser que que necesites más movilidad y ganar fuerza.
Aumento de la neuroplasticidad
El movimiento es una forma de alimentar el estímulo cerebral. A través del ejercicio, aumentamos el flujo de sangre al cerebro, lo que proporciona nutrientes para sanar y desarrollar tejido nuevo. Esta creación de nuevas neuronas y vías en el cerebro se conoce como neuroplasticidad.
La neuroplasticidad es increíblemente importante porque sin ella, las funciones de aprendizaje y memoria no serían posibles. El entrenamiento de fuerza puede aumentar la neuroplasticidad y también ayudarnos a crear vías neuronales más fuertes entre el cerebro y el cuerpo.
Investigaciones recientes de la Universidad de Newcastle han demostrado que el entrenamiento de fuerza comienza a producir cambios en el cerebro incluso antes de que los músculos comiencen a crecer. El estudio, usando macacos, encontró que el levantamiento de pesas fortalecía el sistema nervioso a través del tracto reticuloespinal.
De hecho, otro estudio ha demostrado que la fuerza en sí misma podría provenir tanto del ejercicio del sistema nervioso como de los músculos que controla. Estos hallazgos de la Universidad de Nebraska-Lincoln podrían explicar por qué aquellos que levantan pesas más pesadas disfrutan de mayores ganancias de fuerza que aquellos que levantan cargas más bajas, a pesar de un crecimiento similar en la masa muscular.
Entonces, para un sistema nervioso más fuerte, más peso hay que levantar. Ambos estudios tienen una gran importancia no solo para quienes desean fortalecerse, sino también para quienes se recuperan de lesiones físicas o cerebrales, como accidentes cerebrovasculares. Tu cerebro y sistema nervioso controlan tu percepción y el manejo del dolor. Al aumentar las conexiones dentro del cerebro y el cuerpo, puede ayudar a superar el dolor crónico y restaurar el movimiento y la función.
Protección contra la degeneración
La capacidad de construcción de tejidos durante el entrenamiento de fuerza también nos dan cierta protección contra las enfermedades cerebrales degenerativas. Durante demasiado tiempo hemos justificado esto como parte del proceso de envejecimiento. De hecho, es imperativo que nosotras, como mujeres, nos eduquemos y asumamos más responsabilidad por nuestra salud a medida que envejecemos. Esto contribuirá en gran medida a retrasar el deterioro cognitivo y reducir la gravedad de afecciones como Demencia, M.S. y alzhéimer.
Los estudios neurológicos indican que al final de la mediana edad, muchas de nosotras comenzamos a desarrollar lesiones en la materia blanca de nuestro cerebro. La materia blanca es responsable de transmitir mensajes alrededor de nuestro cerebro. Un estudio al largo de 52 semanas para la Sociedad Estadounidense de Geriatría encontró que el entrenamiento de fuerza dos veces por semana en mujeres de edad avanzada en realidad podría ralentizar la progresión de la lesión de la sustancia blanca.
Varias regiones del cerebro, incluido el hipocampo y la amígdala, también parecen disminuir de tamaño a medida que envejecemos. Esto afecta directamente nuestra cognición, lo que resulta en una disminución de la capacidad para procesar la información de manera eficiente. También afecta nuestra memoria y la capacidad de razonar y retener la atención. Un estudio a largo plazo de la Universidad de Sydney encontró que el entrenamiento de fuerza disminuyó la contracción en las subregiones del hipocampo, que son especialmente vulnerables a la enfermedad de Alzheimer. Los efectos del entrenamiento se evidenciaron hasta 12 meses después del entrenamiento.
También se ha descubierto que la fuerza de agarre de la mano es un indicador de la fuerza cognitiva en un estudio de la Universidad de Deakin. Una de las mejores maneras de mejorar la fuerza de agarre es con un entrenamiento de fuerza con sobrecarga progresiva. De hecho, la fuerza de agarre en sí misma es un buen indicador de la esperanza de vida general.
Salud mental
El ejercicio es una herramienta bien conocida para controlar problemas de salud mental comunes, como la depresión y la ansiedad. El ejercicio aumenta la producción de neurotransmisores clave que regulan el estado de ánimo, el sueño, la cognición, la memoria y el aprendizaje.
Sin embargo, a menudo solo escuchamos sobre los beneficios de la actividad aeróbica. Dos metanálisis recientes mostraron que el entrenamiento de resistencia reduce significativamente los síntomas relacionados con la depresión y la ansiedad entre los adultos. Esto independientemente del estado de salud física o mental, el sexo o el volumen total prescrito de entrenamiento.
Un aspecto que no se cubre en los estudios es el desafío y la adversidad que el entrenamiento de fuerza brinda a los participantes. El entrenamiento de fuerza afecta nuestra neuroplasticidad. Como comento anteriormente, ayuda a nuestros cerebros a hacer frente a los factores estresantes y a adaptarse al cambio. El ejercicio en sí mismo es una forma de estrés para el cuerpo. Entonces, al darle a nuestro cuerpo y cerebro dosis controladas de estrés a través del entrenamiento de fuerza, nos estamos enseñando a adaptarnos y manejar el estrés.
Con el tiempo, el entrenamiento de fuerza lo ayuda a desarrollar fortaleza mental a medida que se fortalece progresivamente. Comienzas a levantar más y más peso y a realizar proezas que antes te parecían imposibles. Cada hito que alcanzas te ayuda a desarrollar tu confianza, tu resiliencia y tu creencia en tus propias capacidades.
Si quieres combatir los sentimientos de ansiedad y depresión, y reemplazarlos con sentimientos de orgullo y satisfacción, tal vez sea hora de que comiences a ganar fuerza.
Katie Masters.
Mujeres Maduras. Salud del cuerpo. Menopausia. Bienestar Mental.
Foto de Limor Zellermayer
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