Debs McCarthy
Manos sanadoras y homeopatía
Los Antiguos llamaban «Edad de la Arpía» a la menopausia. Al principio estaba malhumorada y irritada por la invisibilidad que adquirí casi de la noche a la mañana. Cómo, con un ligero ensanchamiento de la cintura, y el florecimiento de los pechos, con el plateado de mi pelo, simplemente me convertí en nada. Esto pronto se convirtió en algo endémico en mi mente y me sentí «invisible» simplemente al pasear por cualquier lugar.
¿Es que de repente me había convertido en algo inútil y había superado mi fecha de caducidad? ¿Era esto?
Sentí profundamente la profundidad de este descenso. Esto no era y, aún no es, algo sólo superficial. Durante muchos años el estrógeno había marcado el rumbo por el que navegaba cada mes, junto con la Luna y el Sol. Mi brújula interior parecía ahora defectuosa y me dejó flotando, abandonada por aquellos a los que ya no era atractiva, y olvidada por la sociedad.
El comienzo de esta etapa de mi vida me hizo sentir como una leprosa. Fue violenta, dolorosa y terriblemente solitaria. Viajando más profundamente a través de esas turbias aguas relacionales y hormonales, decidí entregarme, sumergirme y seguir el flujo de lo que esta marea me trajera. Me recordé a mí misma que era extremadamente afortunada de estar en un momento de mi vida en el que podía ver cada día como emergía en mi paisaje personal, sabiendo que todas las cosas tienen movimiento cuando están vivas y que todo cambiará. Que vienen cosas mejores.
Me convertí en testigo de mí misma deshaciéndome de lo viejo, observando mi propia Trascendencia. ¡Y de repente lo conseguí! Todo es parte del proceso. Entender cómo surfear la ola de la menopausia es la parte difícil. La menopausia es otro ritmo dentro de la línea de la vida natural de la mujer. Es muy poderosa.
Como mujer, cambiar a mi verdadero Ser Incandescente y Brillante, entrar en la menopausia, en la Era de la Arpía, me traería una plétora de nuevos conocimientos, nueva sabiduría, y afortunadamente, un nuevo entendimiento de mi realidad. Las mujeres de cierta edad, tienen una sabiduría poderosa y acumulativa.
Ahora estoy agradecida, feliz y animada no sólo por ser una mujer en la etapa de la menopausia sino por estar en transformación. Los Antiguos me han concedido Sabiduría, Gracia, Vitalidad y Claridad.
Todo regresa, volverás y te transformarás en algo brillante, algo más poderoso, enigmático y definitivamente no invisible.
Deborah McCarthy.