Cómo afecta la Menopausia a los hombres.
Podría parecer que la menopausia es una cosa exclusivamente femenina y que los hombres no tenemos que preocuparnos por ella. Seguramente a nivel biológico sea así, las mujeres sufren unos cambios más intensos que nosotros, pero considero que la menopausia no afecta exclusivamente a nivel fisiológico sino que tiene también un componente psicológico y otro social que los hombres si tendríamos que tener muy en cuenta.
Cuando el rol del hombre ha sido históricamente una carga para nosotros
Se habla mucho en nuestros días de la opresión que han sufrido las mujeres a lo largo de la historia dentro de las culturas patriarcales debido al machismo, de lo que se habla poco es del precio que los propios hombres han pagado en esta exigente cultura. En mi opinión los hombres hemos sido abusados tanto como las mujeres, quizá no a nivel físico, no hemos sido amenazados, agredidos o sometidos por una fuerza mayor que la nuestra, somos los hombres los que hemos ejercido esa medida de presión sobre las mujeres cuando nos hemos sentido inseguros. Pero a los hombres se nos ha arrebatado algo de incalculable valor, la conexión con nuestro corazón. La conexión con nuestra sensibilidad y nuestras emociones.
En la cultura tradicional, ahora por suerte hay cosas que están cambiando, los hombres han sido valorados por su valentía, por su poder y, sobre todo, por ser buenos proveedores. Tenían la exigencia de producir, de proveer de alimentos, seguridad y bienestar en casi todos los aspectos y para ello se nos ha “obligado” a desconectarnos del corazón. Emocionarse, sentir, eran impedimentos para el “hacer” y dañaban la productividad así que tenían que ser eliminados del mundo de los hombres. Donde a las mujeres se las valoraba como las sacrificadas y abnegadas cuidadoras, además de tener que estar guapas, los hombres hemos sido durante centenares de años esclavos de nuestra capacidad de producción, se nos valoraba por el hacer, por los objetivos conseguidos, y para aumentar la eficacia había que desconectar el sentir.
Los niveles de energía de los hombres también cambian, así que pasan los años
Cuando el hombre llega a una edad, en la que la energía de su cuerpo baja y los cambios físicos y hormonales provocan una bajada de nuestra capacidad de producción, nuestro valor y autoestima se caen con ella. Cuando, por jubilación, cansancio o incapacidad dejamos de ser productivos algo muere en nosotros y muchos no tienen como repararlo porque están completamente desconectados de su esencia como seres humanos, de su corazón. Mueren en vida.
El momento en el que nuestra energía y nuestra fuerza descienden se produce una crisis importante para el hombre que intenta compensar por otros caminos, de ahí que se hable de la crisis de los cuarenta, que ahora es de los cincuenta seguramente. Pero podría no ser así, podríamos transformarlo en una oportunidad para, desde nuestra experiencia y sabiduría vital, soltar la esclavitud al hacer, a demostrar, a dar la talla, a proveer y dedicarnos un poco más a nosotros mismos. Y en esta dedicación a nosotros mismos seguramente cabe y es prioritario el dedicarnos a los demás, a nuestra mujer, nuestros hijos, nuestros amigos, amigas… ya sin nada que demostrar, sino desde la seguridad de que somos más que lo que hemos hecho o conseguido. Que podemos conectar con esa vibración interna que nos define mucho más que la máscara profesional que tanto defendemos y de la que tanto dependemos (hay que ver el precio tan caro que pagamos por nuestras más-caras) y expresar algo muy diferente de nosotros. Volver a conectar con nuestra emoción, incluido el miedo o la rabia por el tiempo malgastado en producir y que tan poco reconocimiento ofrece cuando terminamos, o disminuimos, nuestra capacidad productiva.
Una oportunidad para conectar con nuestras emociones
Quizá sea el momento de soltar lo que deberíamos hacer y abrir la puerta a lo que realmente deseamos hacer ¿Queremos seguir destacando? ¿Queremos seguir uniendo nuestro valor personal a lo que producimos? ¿Podemos dar un paso más allá y soltar lo que durante tantos años nos ha dado una falsa seguridad para poder encontrar la seguridad dentro de nosotros mismos? El proceso de liberación del hombre está mucho más lejos de ser conseguido que el de la mujer, ellas han dado increíbles pasos en la dirección de su autonomía, independencia y libertad. Los hombres por el contrario nos hemos quedado mucho más estancados, huérfanos de un puerto seguro al que llevar nuestro barco y descansar. No hay descanso porque el descanso significa dejar de ser valiosos, dejar de merecer reconocimiento, dejar de existir. Esa es la verdadera revolución que tienen que realizar los hombres valientes del siglo XXI, rebelarse a la esclavitud que les ha mantenido ciegos durante miles de años y empezar a preguntarse ¿Y yo qué deseo? ¿Yo qué siento? Y conectar con una guía interna que les señale el camino que les haga estremecerse por el mero hecho de existir y no solo disfrutar de la pasajera alegría que está asociada al éxito y de la que nos hacemos tan dependientes. Es tan fugaz que inmediatamente tras conseguir una meta ya estamos obligados a tener el próximo reto que superar.
Que mejor momento que la caída de nuestra fuerza productiva para conectar con una fuerza que no necesita de la biología ni de los resultados para desplegarse, porque el mejor resultado es no depender de los resultados sino disfrutar de conectar con el corazón abierto con nuestros seres queridos, ser libres para invertir tiempo en lo que nos haga vibrar, en lo que marque una diferencia en nuestra satisfacción vital. Pero claro, eso nos haría libres y menos dependientes de intereses externos, a veces muy inconscientes.
¿Vas a desvalorizarte y deprimirte cuando llegues a la edad en la que pierdes fuerza biológica o vas a aprovechar la oportunidad para investigar en áreas de ti que pueden hacerte mucho más feliz? Es exclusivamente tu decisión. Puede que sea difícil, puede que no sepas cómo, puede que te hayan escondido la información para que nunca puedas liberarte, pero tienes tu curiosidad y tu capacidad de investigación para hacer de estos años de “menopausia” los más valiosos de tu vida.
Abre tu corazón y mejora la relación con tu pareja
Y hay un beneficio extra en este proceso, cuando abres tu corazón también puedes crear una relación cualitativamente diferente con la mujer que tienes a tu lado. Seguramente ella también está pasando un momento difícil y de cambio en su vida y cuando la mente afronta cambios vitales suele generar una respuesta de estrés que a veces se manifiesta en agresividad y conflicto. Cuando tú construyes una seguridad personal solida estarás en disposición de sostener a la mujer que tienes al lado. Sin necesidad de defenderte de sus demandas, porque ya no te sientes atacado como proveedor, podrás ofrecerle la presencia que necesita para sentirse más segura. Cuando dejas de defenderte y sentirte culpable puedes traspasar sus quejas y ayudarla en la necesidad que se esconde bajo ellas, ya no como responsable de su bienestar sino como un compañero libre con capacidad para acompañar a otro ser humano en su propio proceso de liberación. El cómo podemos hacer eso puede ser una buena idea para futuros artículos.
Antonio de Dios.
Hombres entendiendo la Menopausia. Bienestar Mental.
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