¿Qué significaría si tuviera un escritorio limpio al final de cada día? ¿Sería capaz de encontrar las cosas más fácilmente al día siguiente? ¿Significaría que terminé algo? ¿Significaría que tuve un comienzo y un final para mi día de trabajo? ¿Significaría que no tenía mucho trabajo? Si mi escritorio físico está limpio, ¿tengo que limpiar el escritorio de mi computadora y archivar todos mis correos electrónicos?
Estas son las preguntas que daban vueltas en mi cabeza esta mañana.
Mi pequeña compañía de baile
…funciona por proyectos. Cada proyecto tiene un principio, un desarrollo y un final, pero no están perfectamente alineados como patos en fila siguiendo a la Mamá Oca. Es desordenado. Los proyectos en varias etapas se superponen. El tiempo creativo involucra buscar libros, investigación, hablar con expertos y reunir conceptos. Para mí, esta es una parte del cerebro diferente a calcular los tiempos de ensayo, hacer horarios y contratos y hacer un seguimiento de las comunicaciones y confirmaciones de disponibilidad de espacio en el estudio. La recaudación de fondos es un juego de ajedrez, cruzando el descaro con la humildad y esperando que sea el movimiento correcto. Luego está el momento de plasmar pensamientos en papel para el cuaderno de coreografía y la partitura esbozada con ideas para la dirección escénica. Esto suele suceder justo antes de que comiencen los ensayos en el estudio.
El tiempo de estudio
…no debe ser interrumpido. El acto de dirigir un ensayo ocurre cuando la mente y el cuerpo solo están pensando en el arte. Los bailarines restan como mármol sin cortar, sus cuerpos son una escultura en movimiento, emergiendo con cada paso y cada respiración. Todo se comunica desde el cuerpo del coreógrafo al cuerpo de los bailarines. Todo se pone en una memoria muscular que también se basa en experiencias pasadas de baile, actuación y de vida. Hay tiempo para descubrir, transformar y experimentar. Pero esto requiere un sentido de flujo creativo.
La actuación
…es un tiempo dedicado al pública para que vea la obra. Es un momento en que mi visión está ahora en los cuerpos de los artistas. Son los artistas, los intérpretes, el canal de precisión que crea una transformación catártica sentida por la audiencia. Ahora es nuestra visión.
Cuando era joven
… y recién empezaba, me asombró John Eliot Gardiner. Estábamos en proceso de ensayo para las representaciones de Les Boréades (la última ópera-ballet de Jean Philippe Rameau de 1764) en Aix-en-Provence. Una tarde durante nuestro receso de ensayo almorzamos juntos con su secretaria/agente. Estaba repasando los detalles de un cronograma de ensayos para el próximo proyecto, el casting para otro proyecto en 9 meses y comenzó a preguntarme sobre los planes de nuestra compañía para el próximo verano. En serio, solo estaba tratando de pasar el día y en mi cabeza no tenía los horarios, los presupuestos ni el casting. ¿Cómo podría dirigir un coro y una orquesta, tomar un descanso para almorzar y centrar su atención a temas no creativos, y después, volver a ensayar con una mente fresca? ¿Tenía un escritorio limpio?
En los últimos años
… todavía quiero un escritorio limpio. Sin embargo, al igual que John Eliot Gardiner, he aprendido a pensar, abarcando muchos horarios, como si un proyecto se superpusiera con otro. Los correos electrónicos se archivan una vez que los he respondido. El escritorio de mi computadora lo organizo una vez a la semana, por lo que cuando hago el baile del mes de The New York Baroque Dance Company a través de Zoom (que se ha convertido en una clase semanal donde hago un nuevo baile cada mes), puedo encontrar mis anotaciones y música más fácilmente. Mi escritorio físico esa es otra historia. ¿Cuál? En tiempos de Covid, el comedor ahora es mi estudio de maestra y en la mesa estan la computadora y las notas de baile. En mi última reunión de Zoom, antes de la clase, necesitaba un documento del proyecto con notas creativas de reuniones anteriores y no tuve tiempo de guardarlo, por lo que había aún más papeles dispersos. Por ahí también estaba el recibo del piso y lo puse sobre la mesa para archivarlo después. Un estudiante me hizo una pregunta en la clase de Zoom y corrí a buscar el libro cuando todavía estaba al lado de la computadora. Usa tu imaginación… ¿y cuándo invité a esas seis personas a cenar?
Estas son las preguntas que reflexioné esta mañana.
Es jueves. Este es el día de la semana en que limpiaré la mesa del comedor, archivaré los libros y los papeles en mi escritorio real, que no está en la sesión de Zoom, y haré una nueva lista de cosas que tengo que hacer para mañana y una nueva lista para el lunes. Si puedo hacer esto, mi semana laboral habrá tenido un comieno y un final. (Es un desafío tener un comienzo y un final para el día a día, así que me conforma con la semana). Al menos esta es mi meta. Mantener la limpieza de los jueves me mantiene en equilibrio y me ayuda a mantener el calendario para diferentes proyectos que exigen sus propios plazos y duración. Pero sobre todo, me mantiene en una mentalidad positiva. Los niveles de ansiedad son más bajos. El optimismo y el buen humor pueden florecer.
Conclusión: me he creado una rutina y ahora la estoy cumpliendo. Es posible que tu tengas una empresa diferente, diferentes desafíos y diferentes expectativas. Las expectativas de cómo puedes llegar a tener tu “escritorio limpio” pueden ser diferentes a las mías, pero sé que tienes una idea. Tal vez puedas encontrar una rutina que te funcione. Es posible que el proceso tenga que torcerse un poco, pero vale la pena examinar la idea de tener un «escritorio limpio». A medida que la carrera de una evoluciona, se pueden hacer ajustes.
Estar a cargo de tu propio negocio es un sueño para muchas mujeres, pero la realidad puede ser complicada. ¡Espero que el concepto de «escritorio limpio» te ayude!
Catherine Turocy.
Arte. Estilo de vida. Bienestar Mental. Empoderamiento de la Mujer.
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