La mayoría de las mujeres tenemos consciente o inconscientemente un miedillo que se asoma cuando escuchamos la palabra Menopausia.
Si somos muy jóvenes y la oímos por ahí, normalmente la dejamos pasar como un ruido lejano al que no es necesario ni siquiera prestar atención. Si estamos acercándonos a esta etapa, que puede ser entrados los 40, la queremos seguir ignorando, pero el ruido de ser lejano comienza a ser más cercano y más seguido. Hasta que por cosas que nos están pasando en el cuerpo y en el alma, a veces nos atrevemos a indagar qué esconde esa palabra misteriosa y hasta atemorizante.
Revisa todas esas cosas que te dan miedo, si te fijas notarás que nos asusta lo que no conocemos, o a lo que nos ha dejado una huella dolorosa. Con la menopausia creo que hay una mezcla de estas dos razones para ser temida.
La Menopausia es todavía un tabú en pleno siglo XXI, igual que hace 50 años lo era la menstruación. Nadie habla frontal y profundamente de ella, la información es escasa y parcial. Por otro lado, esta etapa de la vida de una mujer tiene síntomas físicos y emocionales que pueden recordarnos dolores o malestares añejos. Pero las dos cosas que hacen temible a la Menopausia tienen una solución simple y reconfortante.
Para esfumar ese miedito tenemos que salir de donde estamos escondidas. Debemos explorarla a fondo en su verdadero significado y características. La información es poder, y si la llevamos a la experiencia se convierte en sabiduría.
¿Qué es la menopausia?
La definición de Google es: “La menopausia se produce porque los ovarios de la mujer dejan de producir las hormonas estrógeno y progesterona. Una mujer llega a la menopausia cuando no tiene un período menstrual durante un año. Los cambios y los síntomas pueden empezar varios años antes.”
Esta información es completamente cierta, pero parcial. Es solo la pequeña punta del iceberg, se limita simplemente a describir lo que pasa al nivel del cuerpo, dándole a ello toda la importancia. Haciéndonos creer que atendiendo al físico (desgraciadamente, como si fuera una enfermedad) la menopausia se esfumará pronto y podremos seguir con nuestra vida tan campantes.
Sin embargo, la menopausia es un parte aguas en la vida de la mujer en la que hay un cambio de energía. Y siempre que hay un cambio de energía se genera una crisis. Por favor no pienses en una crisis como una tragedia que no se resolverá. Te diré un secreto: la crisis está siempre destinada a un nuevo nacimiento, esa es su vocación. Hay que entenderla como el momento que la vida nos da para adaptarnos cuando algo cambia, y aunque a veces cuesta trabajo, la clave está en entregarnos a este caos. El caos se acomodará. Será menos agresivo en la medida que no te resistas a él y fluyas como un pez con la corriente, por revuelta que ella sea.
¿Qué tengo que saber de la Menopausia para comenzar a comprenderla?
Te daré unos tips para que reflexiones sobre ellos con calma y profundidad. Te aseguro que con este cambio de percepción lo que encontrarás no será dolor sino un hermoso renacimiento a la mujer madura que estás llamada a ser.
- En el cuerpo, es un proceso perfectamente natural que al generar ajustes, en algunas ocasiones nos hace tener síntomas o malestares. Pero recuerda que todo pasa. Van a desaparecer una vez que te adaptes a este nuevo estado en el cuerpo, la mente y el alma.
- La crisis, es decir, el periodo de adaptación, será más suave y llevadero en la medida que la aceptes, abraces y que te hagas cargo de ti. Pon atención en lo que necesita tu cuerpo, desde regular tus horas de sueño, hasta comerte un helado doble si se te antoja. Atiende tus necesidades emocionales, cultiva las relaciones que te importan. Acércate a Dios, a un poder superior, o a lo que tus creencias te permitan.
- El órgano sexual tiene naturalmente dos funciones, y en ambas reside la creatividad. La primera es la de dar la vida en la mágica experiencia de parir, entregar a un ser desde tus entrañas al afuera. La segunda es la de darte placer y gozo mediante encuentros sexuales (aunque sea en solitario) que puedes transformar en energía divina que dará como resultado el engendrarte y parirte a ti misma, ahora hacia adentro. Si tras la menopausia la primera función desaparece ¿qué nos queda? Tener una vida sexual libre, gozosa que alimente nuestra creatividad.
Hay muchas otras cosas que puedes encontrar por ti misma ahora que ya sabes que la menopausia es un tesoro y no un castigo. Atrévete a verla a los ojos y preguntarle qué te va a regalar el día de hoy. Seguramente pronto te sentirás orgullosa de haberla conocido y dirás “Estoy en la menopausia, y eso me hace muy feliz”.
Diana Torija.
Estilo de vida. La menopausia. Menopausia y vida sexual. La mujer y la vida sexual.
Foto de Liza Summer.