“Sí, todo está cambiando, mi mundo interno y externo se revuelven en un torbellino que a veces me sobrepasa, intento tomar aire y seguir, pero en ocasiones me es casi imposible.” Remedios, 51 años.
La percepción general de la menopausia en el mundo occidental
Muchas mujeres que están en esta etapa de la vida describen su día a día como me lo contó Remedios. Desafortunadamente, es muy común este tipo de reflexiones que constantemente repetimos en nuestra mente, lo que no hace más que agravar el caos y la confusión.
La sociedad en general y la sobrevaloración que se da a la juventud y a los estereotipos de belleza nos dificultan aún más el poder dar a este proceso el verdadero sentido espiritual que propone. Nos nubla la visión del regalo maravilloso que nos ofrece este momento. La menopausia es un momento para honrar y agradecer el pasado, y renacer desde otro lugar en el que tendremos nuevos y más sutiles super poderes.
En Grace of no Age, las Diosas ofrecemos, de múltiples formas y propuestas, inspiración para encontrar un camino en el que podamos ir hacia este destino inevitable que es el momento de la menopausia. Pero ninguna de ellas nos puede servir si antes no cambiamos el enfoque. Para ello, lo primero que te recomiendo es hacer una limpieza a fondo de todos esos pensamientos tóxicos, que muy probablemente ni siquiera son tuyos.
Primer paso: cambia tus pensamientos
Es importante que desterremos de nuestra mente las ideas que no hacen más que lastimarnos y meternos más en el torbellino. Te aseguro que por lo menos una de estas ideas te ha rondado en alguna ocasión: “estoy acabada como mujer”, “ya no soy importante”, “los mejores días de mi vida se han ido”, “¿quién va a querer a esta vieja?”, y muchas otras, que por fuertes que sean nos derriban muchas veces de manera constante.
Mujer madura: DESTIERRA estos pensamientos tóxicos, así como decides dejar de comer algún tipo de alimento porque te hace daño o te engorda, así como eliges no usar un peinado que sientes que no te favorece. Evita llamar estas ideas, y si no te es posible, empieza por simplemente dejarlas pasar. No son tuyas, y están llenas de una carga negativa que simplemente oscurece más una etapa en la que lo que más necesitas es acudir a la luz.
Siguiente paso: acepta
El ritmo natural de la vida nos lleva hacia la madurez. Con ella vienen muchos cambios igualmente naturales que son inevitables. Tenemos que aceptar amorosamente que hemos vivido una primera etapa que ha llegado a su fin. Y con el mismo amor recibir la siguiente, siempre con la certeza de que nos ofrecerá tantas sorpresas y regalos como la primera.
Observemos sin juicio ni carga este momento de transformación, con atención y silencio, para poder apreciar en el caos lo que esas sombras esconden. Te aseguro es un renacimiento glorioso si lo haces consciente.
Por último: renace
Si has seguido los dos primeros pasos, estás en un momento en el que puedes, como el ave fénix, renacer de las cenizas. Has honrado tu historia y has abrazado el caos con compasión. Este último paso te mostró nuevas capacidades, que en muchos casos, nunca pensaste que fueran tuyas. Ahora es el momento de utilizar todo vuestro poder para reconstruir en esta realidad renovada. Sin duda, te darás cuenta de que eres más libre, más sabia, más ligera, más alegre, menos complicada y, sobre todo, una mujer perfecta hecha a tu medida por ti misma.
La última sugerencia que te hago para tener éxito en esta labor es tener la convicción de querer hacerlo. Llenarte de valentía para esta batalla en la que el trofeo serás tú, una mujer madura, plena y en gozo. Tener disciplina y perseverancia para hacerlo todo el tiempo conectada con tu más poderosa arma: la fuerza femenina compasiva y amorosa que vive desde siempre en tu delicioso cuerpo de mujer. Inicia en este momento el diseño del resto de tu vida.
Diana Torija.
Estilo de vida. Menopausia. Bienestar mental. Empoderamiento de la mujer.