La menopausia es un momento de cambio en la vida de toda mujer, pero hasta ahora muy poco se ha hablado de ella, y generalmente lo que sabemos es que se trata de un pergamino de molestos síntomas que nos atacarán despiadadamente por un largo tiempo.
Una palabra que va mucho más allá de lo que pensamos
La menopausia es un momento de cambio en la vida de toda mujer, pero hasta ahora muy poco se ha hablado de ella, y generalmente lo que sabemos es que se trata de un pergamino de molestos síntomas que nos atacarán despiadadamente por un largo tiempo. Afortunadamente cada vez se abren más espacios como este de Grace of no Age, para darnos una perspectiva real y clara de esta etapa de transición, de la que podemos obtener muchos regalos que nos ayudarán a consagrarnos como mujeres maduras, plenas y en paz.
Tengo ya mucho tiempo trabajando con grupos de mujeres de todas las edades, y una de las más dulces y eficaces herramientas que tenemos para aligerar cualquier proceso que estemos pasando como mujeres, es estar acompañadas de mujeres. Quienes lo han experimentado saben que esta magia sanadora funciona de una manera invisible, pero a la vez infalible. Sentir la caricia en el alma de la fuerza femenina conforta más que mil palabras.
¿Qué es la sororidad?
Sororidad es un término que está muy de moda, y que ha sido tomado en general para hablar de la unión entre mujeres para ayudarse y protegerse. Esto es completamente cierto, pero si nos atrevemos a ver un poquito más allá, nos daríamos cuenta de porqué es una herramienta tan poderosa el estar mujeres juntas, ya sea celebrando, o aún en el más sagrado silencio.
Vamos a irnos lejos, muy lejos en la historia para comprender el profundo sentido de esta palabra. Gran parte de las palabras del castellano provienen del latín, y de ahí tomamos dos términos: frater y soror; el primero se refiere a un “hermano” varón, del sexo masculino, y soror a una “hermana” mujer, del sexo femenino. De ahí ya tenemos pistas… sororidad se refiere a hermandad entre mujeres.
La energía femenina
Ahora, lo interesante es llevar la atención a lo que la tradición antigua dice que es la energía femenina; ya sean los mayas o los árabes, siempre la relacionan con la dulzura y la armonía, la cooperación y la nutrición, con la capacidad de aceptación, integración y acompañamiento liberado de juicio.
Así como la naturaleza no distingue entre los seres que la forman y la habitan, la fuerza de la Diosa sostiene y acoge generosamente todo lo que está bajo su manto. ¿Quién no ha sentido cobijo y descanso al refugiarse en una húmeda caverna tras haber caminado durante horas bajo el rayo de sol? Esa sensación es “Ella”, y todas las mujeres, sin excepción, portamos este sello en el cuerpo, un verdadero regalo de Dios del que podemos echar mano en los tragos difíciles que vivimos en el momento de adaptación al cambio que nos trae la menopausia.
Aligera la menopausia en sororidad
Muchas veces nos sentimos abrumadas y solas ante el fin de la primera etapa de nuestra vida, hay tantos cambios en el cuerpo, en nuestro entorno, en nuestro ritmo que es tremenda la presión que esto nos puede imprimir, desafortunadamente acentuando muchas veces los síntomas, lo que nos lleva a un círculo de nunca acabar. Prueba por favor lo siguiente para darte cuenta de que esta sensación se puede reducir al mínimo si acudes a mujeres que simplemente te escuchen y te acompañen, dejemos los consejos y normas para otro momento, pues aunque en esta etapa también son imprescindibles, corresponden a nuestra naturaleza masculina, en otro momento hablaremos de ella. Para vivir la sororidad te propongo:
- Hacer tribu con mujeres que estén viviendo la menopausia, y escucharlas sin juicio y con aceptación; y tú, expresarte con honestidad y libertad.
- Disfrutar de momentos de gozo con mujeres que bailen, se rían y canten sin tapujos; las pijamadas a los 50 son un excelente remedio para la ansiedad o la depresión.
- Busca el abrazo de tu madre o de alguna mujer mayor, que sin necesidad de palabras te cobije y te permita descansar en sus frágiles pero experimentados brazos.
- No te pierdas de un solo encuentro con tus amigas, y hagan juntas cosas que disfruten, tomen café, una copa de vino, caminen en la naturaleza o escuchen música. Acompañen siempre estos momentos de risas interminables.
- Aprovechando las redes sociales mantén contacto con las mujeres que se expresen desde la consciencia de aceptar este momento, y obtendrás la valentía para, acompañada, cruzar lo que parece un oscuro túnel que te llevará al inicio de la segunda mitad de tu vida, en la que te prometo, te encontrarás cara a cara con la mujer que siempre quisiste ser.
Mujeres acompañando mujeres, uno de los mejores remedios para esta etapa de adaptación y cambio donde, incluso, es posible renacer. Para leer más sobre este tema, te aconsejo mi artículo aquí en Grace of No Age titulado «Sencillos Pasos para el Renacimiento de la Gran Mujer que te Regala la Menopausia«.
Soror (hermana): recibe un abrazo amoroso desde mi alma de mujer.
Diana Torija.
Mujeres Maduras. Menopausia. Espiritual. Empoderamiento de la Mujer.
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